La destitución de la presidenta del Colegio de Enfermeros, Hania
Salazar, como enfermera adscrita a la Secretaria de Salud del Hospital
Chiquinquirá, representa para el gremio el inicio de una escalada de represión
gremial que no perdonará a ningún profesional de la salud que exija se respete
sus derechos.
La propia presidenta del Colegio dice “el problema no es Hania,
el problema es que no podemos protestar, no podemos decir nada y los
secretarios y presidentes no están ajenos a esa situación”.
Para Salazar, su destitución es consecuencia de las denuncias en
las que dejó en evidencia el incumplimiento del Gobernador del Zulia, Francisco
Arias Cárdenas en cuanto a las mejoras del personal tercerizado que debía
igualar en beneficios a los activos.
En compañía de todo el gremio anunció que próximamente acudirán
a las instituciones del estado para exigir se retroceda con esa medida.
Ángel Núñez/@DiarioContraste
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