jueves, 17 de septiembre de 2009

SINDICATO DE MERCAL, ALERTA A LOS TRABAJADORES y LA OPINION PÚBLICA NACIONAL


Ante las diferentes informaciones y declaraciones de prensa donde se pretende hacer ver ante la opinión pública que los trabajadores de base de Mercal somos los responsables del desvió de mercancía entregada a los buhoneros y otras formas de corrupción en la Misión:Denunciamos que no se puede buscar chivos expiatorios entre humildes trabajadores y padres de familia indefensos política y jurídicamente; y alertamos de una campaña en contra de la clase trabajadora de Mercal con oscuros intereses, en consecuencia solicitamos se abran de una vez por todas serias averiguaciones y se establezcan las responsabilidades en cada uno de los muchos casos de corrupción que se han presentado en la Misión.Lo que si es una realidad es que los trabajadores de Mercal hemos tenido que soportar durante mas de tres años trabajar en las condiciones mas adversas para garantizar las seguridad alimentaría de todos los venezolanos y no dudaremos en seguir haciéndolo, pero cuando hemos denunciado las violaciones a la higiene y seguridad en el trabajo, la negativa de Mercal a firmar la convención colectiva consignada ante el Ministerio del trabajo 27 de Mayo del 2005 alegando que ¿no hay balances auditados? , las violaciones al articulo 520 de la Ley Orgánica del Trabajo, a la inamovilidad laboral decretada por nuestro comandante Presidente Hugo Chávez y al fuero sindical, se nos ha pretendido acusar de contrarrevolucionarios y enemigos del proceso.Alertamos a la opinión pública y a las autoridades competentes que no se pretenda ejecutar acciones contrarias a los intereses de los trabajadores y sus dirigentes bajo la excusa de que somos los culpables de la corrupción cuando todos sabemos donde se encuentran los culpables de los grandes guisos y quienes son los burócratas que no trabajan y no aportan soluciones a los problemas de la misión y no son precisamente los compañeros de los módulos Tipo I a quienes nos les llegan los productos para ser entregados y vendidos a las comunidades mientras los centros de acopio permanecen abarrotados de alimentos

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