MANEIRO
POR JOSE LIRA:
El 24
de octubre de 1982, a los 42 años, en Caracas, falleció Alfredo Maneiro,
fundador de La Causa R. Militante de la Juventud Comunista desde la secundaria,
es enviado al estado Zulia en la época de Pérez Jiménez para ayudar en la
organización de los trabajadores y la lucha contra la dictadura, que culmina
con la insurrección del 23 de Enero del 58 y la caída del dictador. En las
elecciones de ese mismo año es diputado suplente al Congreso y en 1960
presidente de la FCU de la UCV.
En 1962
funda el Frente Manuel Ponte Rodríguez en el oriente del país; detenido en
Caracas en 1967, permanece en el Cuartel San Carlos hasta 1969, al ser liberado
por la amnistía de esa época. Junto a otros miembros del C.C. del PCV impulsa
un proceso de crítica que conduce a su división en 1971 y que da origen al MAS.
Alfredo se deslinda en ese acto fundacional al negarse a integrar la dirección
del movimiento en ciernes.
A
partir de entonces se dedica a la construcción de un complejo de organizaciones
que se convertiría en La Causa R: Procatia en Caracas (desprendida a raíz de su
muerte); Matancero en Sidor, en Guayana; PRAG en la UCV; Bafle en Mérida; Ruta
R en Barquisimeto y El Agua Mansa en el medio cultural, entre otras.
Desde
su muerte mucha es el agua que ha corrido bajo los puentes. Maneiro no pudo
vivir la caída del Muro de Berlín, ni el derrumbe del socialismo real. De allí
que haya sido extraño el uso de su nombre, por parte de Hugo Chávez, no solo en
sus discursos sobre supuestos aportes de su pensamiento al proceso en marcha,
sino al contrasentido de rebautizar, por ejemplo, a la Siderúrgica del Orinoco
"Alfredo Maneiro", empresa que Alfredo mismo llamaba "la
mata-hombres" por las duras condiciones de trabajo.
Vale
decir que actualmente tres sidoristas están detenidos en Maturín por participar
en el último paro. Dislate similar, ponerle su nombre también a la Inspectoría
del Trabajo de esa Zona, donde se cocinan atropellos a los trabajadores.
Pero el
colmo ha sido el Complejo Editorial "Alfredo Maneiro", encargado de
tramitar el papel a los medios impresos del país, que ya ha hecho sucumbir a
una docena de diarios regionales y amenaza a otros, entre ellos a TalCual, que libra
una batalla por la sobrevivencia y la libertad de expresión en estos momentos.
Forma
nada honrosa, por cierto, de recordar la memoria de quien fue "un
subversivo contra el orden y contra el desorden existentes y a ello dedicó su
pensamiento y a lo que jamás consideró separado del mismo: la acción",
como expresa el epílogo de las Notas Políticas de Alfredo Maneiro.